SALSA - BACHATA - MERENGUE
La versión auténtica todavía se baila hoy en el Caribe y en todo el mundo. Se baila cada vez más a la música más rápida, agregando más trabajo de pies, giros simples y estilo libre rítmico y con la alternancia entre posición cerrada (romántica) y abierta. La bachata auténtica se baila con movimientos suaves de cadera y un toque o síncopa (1, 2, 3, toque/síncopa). También se puede bailar con o sin rebote (moviendo el cuerpo hacia arriba sobre los latidos y hacia abajo nuevamente entre los latidos al agregar un ligero resorte a las piernas). La bachata auténtica fue creada por bailarines sociales dominicanos a lo largo de décadas (comenzando a principios de la década de 1960) y todavía está evolucionando hasta nuestros días.
Lo que se llama bachata auténtica/dominicana en Occidente simplemente se llama bachata en la República Dominicana y por la mayoría de los inmigrantes dominicanos.
MERENGUE
Joseíto Mateo hizo su debut en la industria musical en tiempos muy convulsos. Una época difícil en la que todas las libertades públicas estaban limitadas en la República Dominicana. Sin embargo, su carisma natural y su característico estilo a la hora de cantar fueron determinantes para convertirse en una leyenda.
El 'diablo Mateo' o 'El rey del merengue', son motes con los que se le conoció a su paso por los más importantes escenarios. Inició su vida artística en la era del dictador Rafael Leónidas Trujillo, conectando inmediatamente con el público dominicano que no paraba de bailar sus contagiosos merengues. Lo hizo en el cabaret El Tocón, ubicado a la orilla del río Nigua, en San Cristóbal.
Tiempo después decidió expandir su música a niveles internacionales, en parte por la opresión que se vivía, por lo que se estableció en Cuba, donde perteneció a la "Sonora Matancera" y cantó junto a Celia Cruz. Después del asesinato de Rafael Trujillo el 30 de mayo de 1961 y el fin de su dictadura, Joseíto decidió irse a probar suerte en Puerto Rico.
En 1962, Joseíto participó como vocalista en la primera gira del "Gran Combo" en Panamá, para promocionar el álbum "El Gran Combo con Joseíto Mateo". Allí conoció a los jóvenes cantantes Pellín Rodríguez y Andy Montañez, quienes terminaron por sustituirlo en la agrupación puertorriqueña. Viajó además por Venezuela, Curazao y Haití, entre otros países de Latinoamérica.
Mateo tuvo que regresar al país a "limpiar su nombre" como dijo en una entrevista de la época. "El Gran Combo estaba muy bien conmigo, me adapté a cantar plena, bomba, guaracha, boleros, pero después me tuve que regresar a Santo Domingo a limpiar mi nombre. Le estaban cayendo atrás a todos los que estuvieron con Trujillo, y en la República decían que yo era un espía y andaba huyendo", dijo en esa época.
El primero en revolucionar el género fue Johnny Ventura, quien fuera parte de la orquesta de Joseíto Mateo como guirero; con la formación en los inicios de los años 1960 de El Combo Show, impregnando nuevos colores al ritmo y modernizando el género en todos los aspectos. Esto se verifica principalmente con el surgimiento de la orquesta de "Wilfrido Vargas y Los Beduinos", de la mano de su productor Bienvenido Rodríguez.
Con el nivel profesional del personal humano de la estructura formada por este productor, se pudo popularizar el género entre la juventud latina de la época, que vivía el boom de la Fania All Star en Nueva York y La Dimensión Latina de Venezuela. Cabe destacar el estelar aporte musical que recibió el género por parte de los armadores musicales del movimiento Beduino: Jorge Taveras, Sony Ovalle, Wilfrido Vargas y Juancho Viloria. Esta estructura, bajo el sello de Karen Records, se convirtió en el laboratorio de lo que sería la Época Dorada del Merengue: Los años 1980. En esta fábrica de talentos se descubrieron los líderes futuros del merengue, ya que tanto Wilfrido como Bienvenido se dedicaron a captar talentos y a construir agrupaciones satélites a Los Beduinos; tal es el caso de Fernando Villalona, Bonny Cepeda y Los Kenton, este último surgido del grupo "Los Hijos del Rey". Es en esta época que el merengue llega a su punto más alto, caracterizado por la aparición de nuevas agrupaciones, sonidos y caracteres que llamaron la atención gracias a sus melodiosas canciones.
Este movimiento se empezó a forjar en toda Quisqueya; al tiempo que se formaba en Santo Domingo Wilfrido Vargas y Los Beduinos, en Puerto Rico, un grupo de jóvenes, liderados por cuatro universitarios, formaron un pequeño grupo conocido como "El Conjunto Quisqueya", el cual tuvo un éxito rotundo por el estilo picaresco de su grupo de cantantes y sus arreglos sumamente modernos para su época. Mientras República Dominicana veía la "guerra" que se desarrollaba entre dos grandes intérpretes del Merengue como lo eran en ese momento Wilfrido Vargas y Johnny Ventura, surgió un nuevo gigante del género, el maestro Cuco Valoy que venía de hacer en los años 1960 y 70 son montuno, guaracha y luego internacionalizó la salsa dominicana a lugares insospechados.
La década de los 80 inicia con una efervescencia nacional del merengue, toda la República Dominicana estaba inundada de orquestas de merengue y el movimiento se expandió con fuerza a los residentes dominicanos en Nueva York, donde también se formaron agrupaciones de primera línea que influyeron bastante en el ritmo por sus fusiones con ritmos caribeños tales como La Gran Manzana y The New York Band.
El crecimiento de la orquesta de Cuco Valoy (los virtuosos), presentó a una joven promesa y quien definiría el nuevo camino del merengue y le daría el impulso al bum del género en los mediados de los 80. El Maestro Ramón Orlando Valoy, forjado en el conservatorio, se convirtió en el principal arreglista y compositor del género, así como uno de sus más nobles intérpretes con su Orquesta Internacional, que reunía lo más excelso del ideario musical dominicano.
En esta época de gloria del merengue otros dos arreglistas jóvenes que marcaron la modernización del género: Bonny Cepeda, creativo egresado del conservatorio y Manuel Tejada también con una fuerte preparación académica, dominaron con su estilo toda la época dorada y fueron los productores musicales de las principales orquestas de merengues dominicanas y extranjeras.
En el último tercio de la década dorada, la base rítmica del merengue sufre un cambio de la mano de Ramón Orlando quien lo simplifica musicalmente (lo bautiza, "merengue a lo maco", siendo popularizado por "Los Hermanos Rosario") y es cuando surge la Coco Band que, con un merengue rítmicamente más rico y de una estructura musical sencilla, logra un auge extraordinario en la juventud dominicana que demandaba un nuevo esquema musical del género, que se había caracterizado por llevar, mediante adaptaciones, baladas populares internacionalmente, a ritmo de merengue. Este nuevo estilo de merengue al estilo Coco Band se caracterizó por presentar una lírica fundamentada en los refranes populares dominicanos, por lo que su expansión externa fue limitada. Paralelamente, y bajo el auspicio o por la influencia de creativos como Jossie Esteban (con su orquesta La Patrulla 15) y Ringo Martínez, surgieron agrupaciones en Puerto Rico que generaron en la isla una fiebre que desplazó en gran medida el merengue dominicano, ya que presentaban un estilo de lírica más comercial e internacional como Caña Brava, Zona Roja, Las Nenas de Ringo y Jossie, Chantelle, Los Sabrosos del Merengue, Manny Manuel y el Grupo Manía; de este último, surgió la figura internacional del género Elvis Crespo.